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- Colocar una breve opinión personal sobre cada una de estas ideas.
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La escuela es una institución que pretende educar para los valores democráticos y, a la vez, para la vida (Santos Guerra, 2001).
La escuela recibe el encargo de educar a los alumnos para los valores (solidaridad, paz, autenticidad, igualdad...), y también el de prepararlos para la vida.
Pero la vida es, en muchas ocasiones insolidaria, belicista, falsa, discriminadora. ¿Cómo conjugar ambas pretensiones? Dewey hablaba de la particular contradicción que supone la cooperación exigida por la democracia y la competición que lleva consigo la economía de mercado
Reflexión :
La "vida" abarca las costumbres, las victorias y las derrotas, los ocios y las creencias, los ideales, las esperanzas, la felicidad, las miserias y las prácticas.
Como sociedad, todo los días observamos casos de violencia, pero nuestra obligación como institución, es formar a los alumnos en valores que neutralicen los contravalores que encuentran en las conductas de políticos, redes sociales, líderes medios de comunicación
Sabemos que en los diferentes espacios de la escuela, algunos alumnos, aprenden a sobrevivir a base de hostigar, agredir o participar en el acoso o linchamiento psicológico de otros. Hay que educar en la diversidad, en la tolerancia, a aprender a convivir en armonía, a pesar de las diferencias. La comunidad educativa debe intervenir en todos esos casos.
En las escuelas se debe reflejar la mayoría de los ideales que proclamamos. Para ello toda la comunidad educativa debe respetar las normas. Por ejemplo cómo le vamos a pedir a un alumno que entre a clase al horario que está establecido, ¿si nosotros mismos llegamos media hora después?
Hablamos de democracia y de la importancia de que sean ciudadanos críticos, la necesidad de garantizar los valores democráticos sociales y el respeto y la libertad de todos, no obstante cuando ellos opinan con fundamento de alguna temática escolar, no la tenemos en cuenta.
Le decimos NO a la violencia, pero muchas veces imponemos nuestra voluntad de manera arbitraria y pretendemos que el alumno siempre esté subordinado.
Es difícil educar para la vida, cuando hay un sistema general, el cual no podemos cambiar. Entonces tratamos de que el alumna sepa que al menos nuestro entorno más pequeño, vale la pena cambiarlo.
En las escuelas se plasman situaciones problemáticas que reflejan desigualdades e injusticias sociales. La educación es desigual y homogénea a la vez. Resulta necesario revisar todas las políticas y debatir que tipo de sociedad es la que pretendemos, para ello se requiere disminuir la brecha que existe en la población y atender todas las desigualdades económicas y sociales y políticas. De este modo podremos ser coherentes con los valores que pretendemos inculcar a los jóvenes, para que en algún momento puedan lograr profesionalizarse, encontrar un empleo digno. Prepararlos para este mundo tan cambiante y tan enviciado requiere de un esfuerzo global, requiere de un pensamiento: crítico ( libre de ideologías), científico, tecnológico, creativos, y con acciones responsables con el prójimo y con el medio ambiente que los rodea.
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